Hay publicados cientos de libros de autoaprendizaje de lenguas, algunos acompañados de CDs o DVDs que incorporan la Comprensión Oral y la Pronunciación, yo misma publiqué uno junto a mi colega Vijaya Venkataraman (Delhi: Sterling Books, 1999).

La mayoría de personas que se compran estos materiales no tienen la disciplina para seguirlos porque les resulta aburrido.

La versión mejorada de los libros son los cursos online del Instituto Cervantes, el AVE, con tutor incluido (todo un avance), y Hola, ¿qué tal?, difundido por RTVE. Para matricularte en el AVE tienes que hacerlo en uno de los centros del Instituto Cervantes o centro acreditado, lo que no resulta fácil para muchas personas. Otro inconveniente es que se trata de cursos completos y puede que no te interesen si, por ejemplo, tienes una duda gramatical concreta o quieres mejorar tu expresión escrita. Los programas de Casandra Publicidad no me convencen porque me suenan artificiales, otros materiales de Hola, ¿qué tal? sí me parecen buenos.

En youtube hay miles de vídeos con explicaciones gramaticales dadas por algún profesor o amante hispanohablante de la lengua. Son recursos fáciles para aclarar algunas dudas, aunque a veces las explicaciones no son correctas y confunden más que ayudan. Lo mismo digo de colocar «porque/ por qué» en el buscador de google o leer una PowerPoint colgada por algún experto (o no tan experto). Como todo material en Internet, hay maravillas y chapuzas.

Con respecto a otros magníficos recursos (blogs de lengua, actividades del CVC, etc.) son más conocidos por el profesor de ELE que por el alumno extranjero, que estaría encantado si alguien se los mostrase.

En ningún caso todas estas actividades de autoaprendizaje no sustituyen, en mi opinión, la experiencia del aula.

Como tarea final de mi curso de competencia digital, me apetecía probar una idea que lleva rondando bastante tiempo en mi cabeza: ¿Es posible dar una clase de ELE usando Skype (o Google +)? Mañana os cuento cómo ha sido esta primera experiencia virtual.