Hoy, día de Año Nuevo en Etiopía, hemos subido al monte Entoto, muy cerca de Addis, para ver la iglesia de Nuestra Señora (Entoto Maryam), aunque no hemos podido entrar porque no habíamos ayunado, volveremos muchas veces porque es un paseo precioso. Si no te falta el aire (Entoto está a 3350m), puedes disfrutar de una linda caminata entre bosques de eucaliptos. En la carretera te cruzarás con mujeres leñadoras cargando un enorme haz en su cabeza, rebaños de ovejas y furgonetas que se dejan las pastillas de los frenos entre las curvas. El clima y ambiente nos recordaba a Manali (India).

Desde arriba, la vista de Addis es espectacular. Los peregrinos leen, rezan, descansan, pasean… Hoy llegaba todo el mundo vestido con ropa tradicional (habesha libs) de algodón. Los hombres, pantalón, camisa (kemis) y chal o manta blancos. Las mujeres, falda y blusa o vestido y chal a conjunto (netela) bordados con una cenefa de colores con figuras geométricas (tebab), florales o símbolos religiosos.

Al lado de la iglesia hay un museo con objetos religiosos coptos (la iglesia de Etiopía, Egipto, Eritrea, Sudán, Siria, India y Armenia): cruces de todo tipo, incensarios, tambores, sacudidores y sonajas. También incluye una colección de trajes religiosos y principescos y uno del soldado etíope, que se compone de pelo de león (valor) en la cabeza, seda (delicadeza) en el cuerpo y piel de cordero (bondad) en el manto. Algunos atletas etíopes han ofrecido a la Virgen sus triunfos en las olimpiadas y campeonatos del mundo y sus medallas y copas se exhiben en una vitrina.

Este lugar es muy importante para los etíopes porque aquí se ubicaba la antigua capital (Addis se fundó en 1887) construida por el emperador Menelik II. El palacio del emperador y su esposa Taitu es de una sencillez admirable, suelo de barro y madera, techos de paja tejidos con cuero y paredes de adobe. También estuvieron enterrados aquí unos años hasta que sus cuerpos se trasladaron a la catedral de la Santísima Trinidad (Kiddist Salassie).