La enjera es la comida principal de Etiopía y Eritrea y también se come en otros países de la zona (Somalia, Yibuti, Yemen y  Sudán) con variaciones. La mejor enjera está hecha de tef, un cereal muy nutritivo, rico en minerales (hierro, calcio, hierro, fósforo, cobre y magnesio) y fibra, apenas sin gluten, que crece en las regiones altas de Etiopía, pero también se puede mezclar con (o sustituir por) trigo, cebada, maíz o arroz. Dependiendo del tipo de harina que se use, tiene un aspecto blanquecino, rojizo o negro.

La harina se mezcla con agua y se deja fermentando un par de días, por eso la masa tiene un sabor un poco amargo. Luego se extiende sobre una plancha de barro (mittad en amariña) y se coloca en el fuego. Cuesta cocinarla en esa superficie caliente porque sale mucho humo. En la ciudad también existen unas cocinas eléctricas especiales para cocinar la enjera. Solo se cocina por un lado, así que la parte que no está en contacto con el calor queda más blanda y esponjosa. Gracias a esa porosidad absorbe mejor las salsas de lentejas, garbanzos y verduras que la acompañan.

Si todos descendemos de Lucy, nuestro sistema digestivo debió formarse hace unos cuantos millones de años en estas tierras y con plantas autóctonas, seguramente por eso la enjera de tef se digiere tan bien 🙂

Aquí dejo un vídeo de la faranji haciendo su primera enjera en Addis.